"La poesía es como un relámpago"
José Jiménez Lozano.
Premio Cervantes 2.002

domingo, 27 de noviembre de 2011

¡ LOS MAESTROS, ESTÚPIDO !

Traigo a esta ventana un artículo de Fernando Savater, publicado en El País Semanal con fecha 19 de Mayo de 1.996.

Es un artículo que tengo enmarcado y colgado junto al ordenador.
Su título "¡LOS MAESTROS, ESTÚPIDO!"

Es un artículo que tengo enmarcado ...


Ha llovido desde entonces, pero parece que esto no mejora ...


Ha llovido desde entonces ...

Aquí os lo dejo:

¡  LOS MAESTROS, ESTÚPIDO !

En la pasada campaña presidencial americana, algún  asesor sin complejos (ni mucha fe en la capacidad intelectual de los candidatos) optó por agobiar a su pupilo mostrándole en debates y mítines un cartel que amonestaba así: “¡La economía, estúpido!”.  Para que no se entretuviese en temas irrelevantes como la conducta erótica de Murphie Brown o la ortografía correcta de la desconcertante palabra  potato...  El lema ha hecho escuela y hoy suele ser parafraseado cada vez que se intenta recordar a la autoridad política (quitemos al epíteto su ofensivo matiz personal) cualquier cuestión de interés prioritario postergada a esas urgentísimas  minucias que obsesionan a las administraciones públicas.  Si a mí se me concediese la improbable ocasión de avivar de tal modo las neuronas de algún preboste, pondría gustoso bajo sus narices un tarjetón que rezase como el título de este articulillo que tienen ustedes el descuido de estar leyendo.

Empecemos por el principio.  En cuanto se plantea alguna de las deficiencias sociales de ciertos grupos juveniles que más parecen preocupar a los ciudadanos (intolerancia, propensión a la violencia, apatía política, abuso de drogas, rechazo de la lectura y fijación en la tele, etcétera), siempre se llega antes o después a la misma conclusión: deben ser prevenidas desde la escuela, son cuestiones de educación.  De acuerdo, aunque... ¿quién educa en la escuela? Los maestros.  Si tanta es la responsabilidad de este colectivo, podríamos suponer que también se les reconoce en igual medida su importancia y su mérito.  Pero no es así.  Los maestros están mal pagados y su acatamiento social es muy bajo: poquísimas veces se solicita su opinión en los debates de televisión o de radio ni tampoco solemos leer artículos firmados por maestros en los periódicos.  Cuando alguien declara públicamente que es maestro se le mira con cierta condescendencia, y en el fondo hay quien piensa: “¡Pobre, no ha llegado muy lejos!”. ¡Como si hubiera alguna magistratura más alta! ¡Como si licenciados, doctores o catedráticos (y literatos, periodistas, directores  de cine, artistas, etcétera) no fuésemos literalmente maestros de segunda, es decir, maestros de un segundo turno que nada puede hacer si no han trabajado bien los del primero y esencial!

Perdonen que me ponga altisonante: estoy convencido de que el verdadero “tema de nuestro tiempo” es la educación, y sobre todo la educación básica, los primeros años.  Ser humanos no es una fatalidad biológica, sino un entrenamiento social: son los maestros los encargados de transmitir y, por tanto, conservar la alegría, la perplejidad y la disciplina que configuran a la humanidad.  En esta tarea nos representan a todos en mayor medida que los políticos, porque el futuro depende mucho más de los maestros que de los ministros.  Y sin embargo, la opinión pública se preocupa más de cualquier cambio de Gabinete que de lo que ocurre en las aulas.

Tenemos que volvernos hacia los maestros. En nuestra historia reciente fueron exaltados por los republicanos y fusilados por los franquistas.  Todos hemos reído amargamente con el “florido pensil” de la antieducación dictatorial bosquejado con talento por Andrés Sopeña, pero quizá hoy mismo nuestro desinterés esté propiciando perversiones semejantes inspiradas por el nacionalismo, el integrismo o la productividad a ultranza.  No podemos abandonar socialmente a los maestros en  su tarea, de la que depende todo lo que realmente importa.  La convivencia democrática se defiende o se pierde en las escuelas. 

Fernado Savater.

mi colegio ...


seguro que también te acuerdas de tu maestro ...

sábado, 26 de noviembre de 2011

pequeños placeres ...

nace el mundoya es tarde ...IMGP0735flor bautismalIMG_9763recostada ...
Arévalo ... en otoño... el primer paseo del díasoy arevalensa o soy arevalensevida ...mi féliz otoño ...llama que no quema ...
atracciónuna foto ... estacruzando el marposado en el rosallucha desigualgigante
sensaciones ...Playa de Buelnayo ... en Castiellu... puedes pasarte las horas disfrutando de lo que vesvaca verdebicicleta
pequeños placeres ..., un álbum en Flickr.




Hoy, revisando mis fotos en flickr (http://www.flickr.com/photos/adaja/ )  he pensado que un buen álbum sería el titulado "pequeños placeres ..."
Este es el resultado, que se ira incrementando, poco a poco, con nuevos pequeños placeres.


Espero que alguna de estas fotos os traigan a la cabeza vuestros pequeños placeres.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Retablo de Juan de Juni ... en Arévalo

Pues si, señoras y señores, en Arévalo hay un retablo de Juan de Juni

Pues si, señoras y señores, en Arévalo hay un retablo de Juan de Juni

¿El mismo Juan de Juni autor del Retablo de la Catedral de Valladolid?
¿El mismo Juan de Juni autor del Retablo de la Catedral de El Burgo de Osma?
¿El mismo Juan de Juni autor del Retablo de la Capilla de los Benavente en la iglesia de Santa María en Medina de Rioseco?
¿El mismo Juan de Juni cuya Piedad resalta en el Museo de las Ferias de Medina del Campo?
¿El mismo Juan de Juni que reina en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid?
¿El mismo que .... (visita está pagina web: http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Juni )

Pues si, el mismo, con el valor añadido de ser de las últimas obras que realizó, ya que no pudo terminarlo, pues falleció antes de poder hacerlo, dejando, eso si, en su testamento encargo a su hijo Isaac de que lo terminara, pues ya se había cobrado parte del precio estipulado.



Pues yo he visitado Arévalo y no he visto semejante joya ... dirá usted, con razón.

El retablo se encuentra dentro de la iglesia de El Salvador, situada en la Plaza del mismo nombre, iglesia cerrada al culto, y que sólo está abierta durante los días de Semana Santa, por ser esta la iglesia desde donde salen - y finalizan - todas las procesiones que se celebran en esos días.

No estaría de más que se pudiera visitar en otras fechas y momentos, pero como desconozco de quien depende el que esté abierta, o los motivos de que permanezca cerrada, lo dejo como sugerencia.

Pero - y esto más que una sugerencia es una petición - dentro de poco, en el año 2.013, esto es, pasado mañana, tendrá lugar en Arévalo la exposición de Las Edades del Hombre.

No se me ocurre mejor momento para adecuar y restaurar lo que haya de ser adecuado y restaurado en nuestra iglesia de El salvador, para que, coincidiendo con las Edades del Hombre, pueda ser visitada - con retablo incluido - y, a partir de esa fecha, permanecer abierta durante todo el año.


Para finalizar os dejo tres textos relacionados con este espectacular retablo. Tras ellos se indica el autor o procedencia del mismo.


"La obra de arte más importante de esta iglesia y aún de las más importantes de la ciudad, es el retablo de la capilla Dávila Briceño Monroy, contratado en 1573 con Juan de Juni y documentado en su testamento, lo finalizó su hijo Isaac. Obra manierista característica del estilo final del gran imaginero, está dedicado a la Purísima Concepción. Parecen tallas de Juni, según destacados historiadores de arte, la Virgen, el Calvario, Santa Ana y San Antonio, así como la estructura general del retablo. Parecen de su hijo Isaac San Pedro, San Andrés y los relieves del Bautismo de Cristo y la imposición de la casulla a San Ildefonso. Lo entregó en blanco y por ello, el dorado y la policromía son posteriores, dato que durante algún tiempo dividió la opinión de algunos historiadores sobre la autoría del retablo"
Texto de Ricardo Guerra, Cronista Oficial de Arévalo


"El retablo fue encargado en 1.573 a Juan de Juni, quien no lo pudo dar acabado al fallecer cuatro años después. Se encargó de terminarlo su hijo Isaac, quien lo conseguiría en la navidad de 1.581 pese a que no fuera trasladado a la capilla hasta varios años más tarde sin pintar ni dorar. Dada su mediana factura se ha calificado como una obra en que el taller de Juan de Juni tendría gran peso teniendo en cuenta su sobriedad y el tratado de los pliegues. A ello se ha de sumar que Isaac además de retocar numerosas piezas se encargó de realizar por completo las figuras de San Andrés y la escena de la imposición de la casulla a San Ildefonso, según se aclara en su testamento. De sobria e imperfecta traza clasicista está articulado en tres calles y cuenta con un ático y dos cuerpos. En el inferior, de izquierda a derecha, se representa a San Pedro, la Virgen, bajo ella el relieve de San Ildefonso citado, y San Andrés, y en el superior a Santa Ana, un calvario y San Antonio; en el remate el bautismo de Cristo."
Texto del libro “Memoria mudéjar en La Moraña” dirigido por José Luis Gutiérrez Robledo.


"Retablo policromado de Juan de Juni.
En su interior se puede admirar este retablo policromado de Juan de Juni, situado en la capilla de los Dávila, la más importante de la iglesia, ya que está construida y dedicada a los patronos de la antigua parroquia.
Este retablo fue encargado a Juan de Juni, pero éste fallece y es su hijo Isaac quien al hacerse cargo del taller concluye e instala el retablo en el templo arevalense. No obstante, está demostrado que el propio Juan de Juni es el autor de al menos tres de las siete figuras de las que consta la pieza.
Es el propio Juan de Juni quien, en su testamento, hace saber a su hijo Isaac, que debe terminar el retablo de Arévalo, cuyo precio se habia fijado en 2.000 ducados de los cuales ya habia recibido 750 ducados.
El encargo del retablo data del año 1573 y el testamento es fechado en 1577. La finalización del retablo por parte del hijo de Juan de Juni es ya del año 1581."
Texto explicativo que figura junto al retablo en la iglesia

Bautismo de Cristo


Santa Ana

Calvario

San Antonio

San Pedro

Virgen de la Purísima Concepción

San Andrés

Imposición de la casulla a San Ildefonso

jueves, 10 de noviembre de 2011

Martín Muñoz de las Posadas

Decididamente no se puede estar en misa y repicando.

Llegamos a Martín Muñoz de las Posadas sobre las 10 de la mañana, una mañana con un tiempo dibujado, y nos estaba esperando, en esa preciosa Plaza Mayor, nuestro cicerone Juan José Alonso Gallego.

nos estaba esperando, en esa preciosa Plaza Mayor, nuestro cicerone Juan José  Alonso Gallego

Yo iba dispuesto a hacer unas fotos, vamos, que no pensaba parar de hacerlas ni un minuto, pero en ese primer momento, Juan José empezó a contarnos los orígenes de Martín Muñoz de las Posadas, y al oir las explicaciones que daba no tuve más remedio que sacar papel y lápiz – que también llevo siempre por si las moscas – y apuntar, a vuelapluma, lo que nos contaba.

Foto de familia antes de empezar la visita

Apuntar en la libretilla y hacer fotos a la vez, es imposible, (no se puede estar en misa y repicando) por lo que tras dos o tres intentos de “coger apuntes” y no hacer fotos, decidí que tenía que elegir.
Y me dediqué a hacer fotos, por dos motivos fundamentales; a saber; el primero que nuestro amigo Fabio era de la partida y por tanto teníamos crónica de lujo asegurada y, segundo, que creo que se me da mejor hacer fotos que escribir crónicas, aunque en eso de la fotografía la "competencia" es feroz.

nuestro amigo Fabio era de la partida y por tanto teníamos crónica de lujo asegurada


aunque en eso de la fotografía la "competencia" es feroz

De lo poco que apunté, os dejo estas pinceladas, que puede que no sean del todo correctas, por lo que pido perdón anticipado. Es público y notorio que no todo lo que sale en Internet es verdad verdadera y este blog no va a ser distinto …

Martín Muñoz de las Posadas data del siglo XI, en época de reconquista, siéndole adjudicado al lugarteniente de El Cid, llamado Martín Muñoz, estos territorios, el cual pone su nombre a la principal población del mismo.
Lo del apellido, las Posadas, viene más tarde.
Su emplazamiento, a medio camino entre Valladolid –donde en su día estuvo la Corte- y Madrid supuso descanso obligado de los nobles en sus traslados de una a otra localidad, y descanso de las caballerías, por lo que puede que de ahí le llegue lo de las Posadas.
La otra opción es que el sexmo dominante fue el de las Posaderas.

El siguiente hecho relevante fue el nacimiento en 1513 de Diego de Espinosa y de Arévalo (apellido, no procedencia, que enseguida nos apuntamos los goles …) gran benefactor de la villa, y de los monumentos que fuimos a ver, esto es, el Palacio de Espinosa y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
  
Nos encontramos, sigue contándonos Juan José, en esta magnífica plaza, que también se la “debemos” al Cardenal Diego de Espinosa (y de Arévalo … pensé yo) ya que consiguió que el Rey concediera a Martín Muñoz una Feria Franca (libre de impuestos) de 3 semanas de duración, por lo que fue necesario la “construcción” de una plaza amplia.

En este punto yo ya dejé la libreta y cogí la cámara ...

La visita empezó por el Palacio de Espinosa, donde nos reunimos ante su señorial entrada, con sus columnas, escudos y esculturas, que representan – de esto si me acuerdo – a la fe y a la justicia, con el escudo del Rey en el medio.

donde nos reunimos ante su señorial entrada


que representan - de eso si me acuerdo - a la fe y a la justicia, con el escudo del Rey enmedio

La construcción del palacio es contemporánea a la construcción del Monasterio del Escorial, por lo que tanto estilo como materiales son similares, para que lo entendamos, nos dice Juan José, es como si el constructor, a la vez que se hizo su casa principal, el Monasterio, se hizo su casita en las afueras, el Palacio.

Palacio con dos torres, algo inédito en esa época.
El Rey autorizó al Cardenal la construcción de una torre, pero se construyeron dos.
Al preguntar el Rey al Cardenal el motivo de su “desobediencia” la contestación fue clara; una torre porque la mandó usted y la otra porque la mandé yo.

Una torre porque la mandó usted y otra torre porque la mandé yo


Entramos en el Palacio y la cámara de fotos volvió a ser la dueña de la situación, y lo fue durante todo el rato que estuvimos dentro.
Al poco de entrar el el Palacio, Juan José ya me había preguntado mi nombre, porque pronto intuyó que me iba a tener que llamar en varias ocasiones para ir abandonando los lugares que nos mostraba.

me iba a tener que llamar en varias ocasiones para ir  abandonando los lugares 


Tras el Palacio, visita a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde me “perdí” la explicación previa a la entrada aunque me quede con la copla de que ha sido construida en distintas épocas y ha tenido posteriores reformas (sillerías, ladrillos, tres puertas … en fin palabras sueltas que no ayudan a llenar la crónica)

Si cuando entramos en el Palacio las cámaras tomaron en mando no os quiero ni contar lo que pasó al entrar en la Iglesia.

Antiguas pinturas en las paredes y unas tallas, de San Sebastián, un Cristo Yacente, una ”pareja” que parece que estaban algo desubicadas, … y todavía no habíamos entrado en la iglesia

San Sebastián, Patrón de Martín Muñoz de las Posadas

Ya dentro, que deciros, una altura descomunal, un Retablo Mayor al que se te van los ojos, retablos “menores” por doquier, la pila bautismal dulcemente iluminada, resguardada por unas rejas de madera dignas de ser fotografiadas, la presencia del Cardenal Espinosa, vamos, la escultura de alabastro que le representa …. en fin un suma y sigue y por si eso fuera poco, la guinda, el cuadro de El Greco, “La Crucifixión” o “El Calvario”, según pinches en una u otra página en Internet. Como Juan José se postula por “La Crucifixión”, yo me quedo con ese nombre.

ya dentro, que deciros ...


la pila bautismal, dulcemente iluminada

Para mayor alegría de mis ojos, Juan José nos anuncia que vamos a subir al coro, donde quedan los restos de lo que fue un órgano, se ve de cerca la vidriera que representa a Dios y de lejos, pero con esa perspectiva que solo te da los coros de las iglesias, el Altar Mayor.

la vidriera que representa a Dios

pero con esa perspectiva que solo te da los coros de las iglesias, el Altar Mayor

Cuando comenta la posibilidad de subir a la torre mis pulsaciones se aceleran, pero al ser muchos los visitantes decide dejarlo par mejor ocasión. Las pulsaciones, otra vez a su normalidad.

Tras la visita, un café reparador, del que no puedo opinar sobre su coste, como hace Fabio en su crónica, gracias a la invitación de Juan Antonio.

Tras la visita, un café reparador

Hacer fotos dentro de la cafetería era complicado – aunque alguna “vi” – por lo que aproveché para preguntarle a Juan José sobre el motivo de la presencia del cuadro del Greco en Martín Muñoz de las Posadas, algo que ya había contado dentro de la iglesia, pero que yo no había escuchado por estar a otros menesteres.

Resulta que el sacerdote pintado en el cuadro era natural de Navalperal, pequeño pueblo cercano a Martín Muñoz de las Posadas ya desaparecido, y era el sacerdote de la Iglesia de Santo Tomé en Toledo, en la época en la que El Greco pintó “El entierro del Conde Orgaz”. La amistad entre ellos hizo que le regalara ese cuadro y este lo donó a la iglesia de su pueblo. Al desaparecer Navalperal – la peste o las termitas acabaron con él según las dos hipótesis más extendidas – los bienes pasaron a Martín Muñoz y por eso hoy vemos el cuadro en la Iglesia de la Asunción.

Resulta que el sacerdote pintado en el cuadro era natural de Navalperal

Después del café a los coches y a visitar las casillas de el Navego, su ermita y desde ahí, en un paseo muy agradable, a las ruinas del viejo molino y el puente sobre el río Voltoya.

visitar las casillas de el Navego


su ermita

y desde ahí, en un paseo muy agradable, a las ruinas del viejo molino

Más fotos, mas charlas, tortilla, pastas y vino, y vuelta a desandar lo andado.

Últimas parrafadas antes de despedirmos e inciar camino a Arévalo.


Últimas parrafadas antes de despedirmos

Últimas parrafadas antes de despedirmos


Ahora solo te queda hacer dos cosas, el orden lo eliges tú, leer la crónica de Fabio sobre la excursión  http://la-llanura.blogspot.com/2011/11/entre-vetones-y-vacceos.html  y ver las fotos que yo hice http://www.flickr.com/photos/adaja/sets/72157627967851863/